viernes, 17 de octubre de 2014

HACIENDO LA LUCHA

Texto descriptivo: "Haciendo la lucha"


En la historia nuestro protagonista va a casa después de ganar en su trabajo, es luchador profesional.

Cuando llega a casa, su esposa lo recibe, se veía maravillosa con un vestido de flores que entallaba su silueta delgada. Mira hacia el comedor y la mesa de madera estaba decorada con velas encendidas y una cena que se veía deliciosa.
Rigoberto besa a su esposa y se dirige a ver a sus hijos que  estaban en sus cuartos, sus pequeños compartian una litera, y su cuarto estaba iluminado ccon una lampara de lava.

Después de darle la buenas noches a sus hijos, regresa al comedor con su mujer y cenan juntos. Para finalizar la noche, la pareja mira una película en su sala, con las ventanas abiertas permitiendo que el aire se filtre por la habitación. La única luz provenía de la televisión y de los pocos rayos de luna que entraban por la ventana.

Su vida era buena, pensó Rigoberto, pero solo podía pensar eso los días en los que le iba bien, los días que ganaba una pelea.

Cuando perdía...cuando a Rigoberto le tocaba perder, el hombre se ponía furioso, en su camerino tiraba de su mascara negra y plateada de su cabeza. Se miraba al espejo y no reconocía al hombre  delante de el. Un extraño le devolvía la mirada, con ojos obscuros, cejas tupidas y pestañas pobladas,ojos que normalmente eran demasiado femeninos para un hombre de su profesión, pero no en los días que perdía. En esos días sus ojos eran los de un loco.

No quería llegar a casa, sabía que su esposa lo miraría con esos ojos almendrados, inocentes y piadosos, con lastima por ser un hombre cuyo trabajo es una farsa. El era un farsa, o al menos así se sentía.

En la vida se gana o se pierde, eso todos lo sabemos, pero hay algunas personas como Rigoberto y su esposa, que no sabían lidiar con ello. Hay personas que nunca aprenderán que fracasar no es sinónimo de ser un fracasado.


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